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Muebles de exterior low cost vs. muebles profesionales: ¿en qué se nota la diferencia?

A la hora de amueblar un espacio exterior, muchas decisiones se toman en función del presupuesto. Es tentador optar por muebles low cost que prometen buena apariencia a precios muy bajos. Sin embargo, en sectores profesionales como la hostelería, el turismo o el diseño de exteriores, esta elección puede comprometer la durabilidad del mobiliario y la imagen del negocio y su rentabilidad.

En este artículo analizamos las diferencias clave entre muebles económicos y muebles profesionales, desde los materiales hasta el comportamiento frente a la intemperie, y explicamos por qué en exteriores, el precio más bajo no siempre es la mejor inversión.

Precio vs. calidad: lo que no se ve, pero se paga

A simple vista, dos sillas de exterior pueden parecer similares. Sin embargo, cuando una cuesta 25€ y la otra 60€, la diferencia va mucho más allá del diseño. Los muebles low cost se fabrican, en la mayoría de los casos, con materiales de menor resistencia, procesos de producción más básicos y acabados menos exigentes. Esto se traduce en piezas más ligeras, menos estables y con una vida útil mucho más corta, sobre todo cuando se exponen a entornos exigentes como terrazas al sol, humedad o viento

Si estás valorando montar tu propio negocio de hostelería, te recomendamos leer esta guía completa sobre cuánto cuesta montar un restaurante, donde desglosamos todos los aspectos importantes para tomar decisiones estratégicas desde el inicio.

Problemas frecuentes en mobiliario económico: desgaste, oxidación, inestabilidad

Uno de los principales inconvenientes de optar por mobiliario de exterior low cost es su baja tolerancia al paso del tiempo y a las condiciones ambientales. Aunque el precio inicial pueda resultar atractivo, los problemas empiezan a aparecer con rapidez, especialmente en espacios al aire libre con uso diario.

Algunos de los fallos más comunes que presentan este tipo de muebles incluyen:

  • Desgaste prematuro de superficies: los acabados pierden color o se agrietan tras pocas semanas de exposición solar. Esto ocurre con frecuencia en plásticos de baja densidad o pinturas sin tratamiento UV.
  • Oxidación de estructuras metálicas: en muchos casos, los muebles económicos no utilizan aluminio, sino hierro o acero no tratado, lo que provoca la aparición de óxido en zonas clave como patas, tornillos o uniones soldadas.
  • Inestabilidad y deformación: sillas que cojean, mesas que se balancean o tumbonas que se vencen son señales de una estructura mal diseñada o fabricada con materiales poco sólidos. Además, en ambientes con cambios de temperatura, es habitual que las piezas se deformen, encajen mal o se agrieten.
  • Tapizados o tejidos que no resisten la intemperie: los textiles baratos, como la lona sin recubrimiento o los tejidos no técnicos, absorben agua, retienen suciedad y favorecen la aparición de moho o manchas.

A todo esto se suma el deterioro estético, que puede afectar negativamente a la percepción del espacio. En entornos profesionales como terrazas de hoteles, restaurantes o cafés, este tipo de deterioro transmite dejadez y falta de calidad, afectando directamente a la experiencia del cliente y, por tanto, a la rentabilidad del negocio.

Muebles profesionales: lo que marca la diferencia

En cambio, los muebles de exterior de calidad profesional no solo emplean materiales resistentes como el aluminio anodizado, o el ratán sintético de alta densidad, que requieren poco mantenimiento, sino que también cuidan aspectos técnicos clave como:

  • Diseño ergonómico: Los muebles profesionales son estables, bien proporcionados, cómodos para largas estancias, y muchos modelos son apilables o modulares, lo que permite adaptar el espacio según necesidad. El Conjunto de mesa y 6 sillas ARIÁN, es un claro ejemplo de ello. 
  • Personalización: Muchos fabricantes de mobiliario profesional ofrecen opciones personalizadas en colores, tejidos, acabados e incluso formas, lo que permite al cliente adaptar el diseño al estilo de su marca o espacio. Esto añade un valor diferencial muy potente frente a los muebles estándar. Desde Hevea diseñamos y fabricamos pérgolas a medida, con materiales de alta calidad y ofreciendo asesoría técnica en cada fase del proyecto.

La diferencia de precio, en este caso, no responde solo al marketing o a la marca, sino a una inversión en calidad constructiva. El cliente que valora estos detalles entiende que lo barato puede salir caro, especialmente cuando hablamos de espacios exteriores sometidos a uso intensivo y condiciones climáticas cambiantes. 

Cuándo lo “barato sale caro”

Aunque el precio inicial pueda parecer una ventaja, muchos negocios HORECA descubren —demasiado tarde— que esa aparente economía se convierte en un sobrecoste continuo, ya sea por el deterioro rápido de los muebles, por la mala imagen que proyectan o por la necesidad de sustituirlos antes de lo previsto. De hecho, la rentabilidad de muchos negocios hosteleros sigue siendo limitada. La Agencia EFE recoge el sector hotelero aún se encuentra un 5,9 % por debajo de los niveles de 2019, pese a la recuperación en facturación. En este contexto, una mala elección de mobiliario exterior —que implique costes de reposición y mala imagen— puede marcar la diferencia entre beneficio o pérdida. 

Costes ocultos: roturas, sustituciones, mantenimiento

Una silla de 25 € puede parecer una buena compra, hasta que hay que reemplazarla cada temporada. Mientras tanto, una silla profesional SIDNEY con estructura de aluminio y tejido técnico de textilene, puede superar los 5 años de uso continuo sin problemas en terrazas al aire libre.

Estos son algunos de los costes ocultos que genera el mobiliario low cost:

  • Roturas recurrentes: piezas que se aflojan, se quiebran o se deforman, obligando a comprar repuestos o unidades nuevas.
  • Altos costes de mantenimiento: necesidad constante de limpieza, retoques de pintura o sustitución de tornillería oxidada.
  • Problemas logísticos: mobiliario no apilable o difícil de mover, que ralentiza el montaje diario o impide reorganizar el espacio con agilidad.
  • Impacto negativo en la imagen del negocio: un mobiliario deteriorado o inestable transmite inseguridad, resta atractivo al entorno y puede disuadir al cliente de volver.

En hostelería, especialmente en terrazas y espacios exteriores con rotación alta de clientes, estos pequeños fallos se traducen en grandes pérdidas a lo largo del año.

Casos reales: lo que se pierde con una mala elección

  • Restaurante costero con mobiliario de acero no tratado: oxidación visible en las patas de las mesas tras tres meses de exposición al salitre. Resultado: inversión duplicada en la siguiente temporada.
  • Cafetería urbana que optó por sillas económicas de polipropileno: tras un verano, más del 30 % de las unidades estaban deformadas o rajadas. Resultado: mala experiencia del cliente, malas reseñas y gasto imprevisto en sustitución.
  • Hotel rural con mobiliario de madera sin tratamiento profesional: al año, las mesas presentaban grietas y decoloración. Resultado: coste en mantenimiento elevado y pérdida de armonía estética en el espacio.

Invertir en mobiliario exterior: una decisión estratégica

Elegir muebles de exterior de calidad no es solo una cuestión de presupuesto, es una decisión estratégica que afecta directamente a la percepción del espacio, al confort del usuario y a la rentabilidad del negocio. Según un estudio de la empresa de investigación de mercado Mordor Intelligence, el mercado global de muebles de exterior crecerá a un ritmo del 5 % anual hasta 2027, impulsado en gran parte por la demanda creciente en hostelería, turismo y proyectos contract. Esto refleja una clara tendencia hacia la profesionalización del mobiliario en espacios exteriores, por lo que cuidar ese entorno es cuidar la reputación de la marca.

Impacto del mobiliario en la percepción del espacio

Los materiales resistentes, los acabados profesionales, el diseño coherente con el entorno y el uso de tendencias en decoración de terrazas ayudan a proyectar una imagen sólida, atractiva y profesional. Esto se traduce en:

  • Mayor tiempo de permanencia del cliente en el espacio.
  • Mayor propensión al consumo, traducido en un ticket medio más alto.
  • Mejor percepción de la calidad del servicio, incluso antes de sentarse.

La decoración exterior ya no es un extra, sino parte integral de la experiencia del usuario.

Personalización como valor añadido profesional

El mobiliario profesional permite adaptarse al estilo del negocio: formas, colores, tejidos y combinaciones únicas que refuerzan la identidad de marca. Esta personalización mejora la estética y facilita crear ambientes diferenciados y memorables, algo clave en un mercado saturado.

Además, al trabajar con fabricantes especializados, puedes adaptar cada elemento a las necesidades reales de tu espacio: climatología, aforo, flujo de paso, estilo decorativo o necesidades logísticas. Todo esto suma valor.

👉 En Hevea diseñamos y fabricamos mobiliario exterior a medida para proyectos profesionales, combinando durabilidad, diseño y soluciones personalizadas. Si buscas que tu terraza o espacio exterior transmita calidad y coherencia desde el primer vistazo, cuenta con nosotros.

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